lunes, 10 de diciembre de 2012

Dentro de tu cabeza

Definitivamente, algo me ha ocurrido.... Lo mas obvio es mi nuevo y flamante cuerpo. Utilizando un símil que os encantará, si antes tenía un humilde Opel corsa,, ahora tengo a mi disposición un extraordinario Ferrari. Nunca antes había sido tan rápida. Mis patas parecen no tocar el suelo cuando me abalanzo sobre mi desprevenida presa... Y eso por no hablar de mi escolopendrina, el veneno letal con el que ofrezco una muerte dulce a mis víctimas antes de devorarlas. Ahora es potentísimo... y juraría que provoca maravillosas visiones antes de morir. Al último ratoncillo que devoré se le quedó una expresión  de estar disfrutando del mejor queso de su vida. O sea  que les regalo una muerte placentera. Os aseguro que yo firmaba por algo así.

El cambio es más complejo de lo que imaginé. Y no me he vuelto loca. Bueno, no más de lo que estaba. El caso es que creo, o mas bien, tengo la certeza de que se ha establecido una conexión, un canal de comunicación entre la humana y yo. Que cómo lo sé, os preguntareís. Pues muy fácil....  por los sueños que estoy teniendo últimamente....  O quizás debería lllamarlos visiones. Veo por sus ojos, oigo lo que oye, siento lo que siente... Y todavía no sé si me horroriza  o me fascina, o las dos cosas a la vez.

Ocurre cuando caigo en un sueño profundo, casi siempre después de un festín...  La primera vez que me ocurrió fué después de mi viaje por algunas de las múltiples dimensiones del universo. Después de una pantagruélica orgía culinaria (por favor no sabía que se podía tener TANTA HAMBRE después de un viaje astral), me sumí en un dulcísimo sueño. Me envolvía una aterciopelada negrura onírica, mullida, silenciosa y cálida. Entonces empecé a escuchar un sonido sordo, muy lejano, como el zumbido de una colmena. Y empecé a ver un minúsculo punto de luz, que se fué agrandando a medida que el sonido se hacía más audible. Y de repente, tenía dos manos con cinco dedos, y sólo dos patas... perdón, piernas... Y estaba enmedio de una multitud de humanos, que caminaban apresurados por un andén de una estación de ferrocarril.

"Si señor, claro, este es el tren que va a Cádiz. Puerta 3 asiento 6A"... !Casi se me para el corazón! ...Era yo, mi voz, lo que estaba escuchando...  Veía claramente la estación de Atocha, y a pesar de no haberla visto jamás tan claramente, porque siempre que había acompañado a la humana lo había hecho escondida, la conocía con todo lujo de detalles. Comprendí que tenía acceso a su banco de recuerdos, al enorme archivo de imágenes, datos, sentimientos, conocimientos, vivencias que se alojaban en su cerebro. Toda la realidad que la rodeaba era la mía, y la comprendía tan bien como ella... Era una situación prodigiosa, con innumerables posibilidades para mí... ¿Podría yo influir de alguna manera en las decisiones que tomara la humana?, ¿era ella consciente de que yo estaba en su mente? ¿cuando ella durmiera entraría en la mía? ¿qué pasaría si las dos dormíamos al mismo tiempo?. Sentí un maravilloso vértigo. El mundo se hacía más grande por momentos, a medida que iba entendiendo las implicaciones de lo que me estaba pasando.

De improviso, ella se subió al tren.  Me rodeó la fría luz artificial. Veía las cabezas de los viajeros, sentados en sus asientos. Las puertas se cerraron con un pitido intermitente. Y en ese momento, con un sobresalto, desperté. Las dimensiones de mi mundo volvían a estar a mi escala, a ras de suelo. Me sentí algo contrariada, pero sólo un poco. Tenía que esperar. La aventura volvería a comenzar... Hola mundo homínido, soy una escolopendra y a veces estoy entre vosotros...

miércoles, 29 de agosto de 2012

Escolopendra Reloaded

He vuelto, aunque nunca me fuí del todo. Supongo que más de una  inocente mosca estaría frotándose sus patitas de satifacción y alivio pensando que  por fín había estirado las mías.... Siento decepcionaros, apetitosos enemigos... O mejor dicho, me encanta seguir decepcionándonos,  mis queridos odiados. Es otra manera sutil de atormentaros, y ya sabeís que la sutileza me encanta.  Vuestra carne adquiere un bouquet inigualable después de mis refinados  juegos psicológicos.


                Mi ausencia ha sido  prolongada, y la razón es que he cambiado de piel. A diferencia de vosotros, primates  decadentes, mi proceso de envejecimiento no conlleva arrugas espantosas ni carnes colgantes. Muy por el contrario, los años me dan lustre y esplendor. Me retiro a un escondrijo confortable y allí procedo a cambiar mi dura piel externa, a rasgarla y salir completamente rejuvenecida, un nuevo yo mejorado e intacto...Cuántas mujeres adictas al bótox y los estiramientos matarían por poder recuperar, de verdad,el esplendor físico y no  acabar convertidas en inexpresivos clones de muñecas hinchables de sex shops. Lo siento por vosotras, trabajad vuestro karma y la próxima vida volved como miriápodo.


                Aunque cuente mi renacimiento con tanta ligereza, no penseís que es llegar, desgarrar la piel, salir y vuelta a empezar. Ni mucho menos. Todo cambio realmente importante en el ciclo eterno de la vida exige esfuerzo, sacrificio y dolor. Es el pago que se nos exige, porque, queridos, la vida no es gratuita. No sé exactamente el tiempo que me ha tomado renacer, aunque hablar de tiempo es una convención inventada por vosotros,  y ni realmente me interesa. Sólo sé que cuando me retiré, las plantas amanecían cubiertas de una brillante  y crujiente capa de escarcha y ahora las lagartijas, tan aficionadas al sol, huyen de él buscando sombra. 


                El proceso empezó muy suavemente. Primero una ligera incomodidad por las mañanas,  rigidez en mis numerosas articulaciones, lentitud en los movimientos, y sobre todo una sensación interna de vivir sin vivir en mí, como Santa Teresa... Pero  lo que realmente me mostró que había llegado el momento de liberarme de mi viejo exoesqueleto fué un dolor indescriptible en el dorso de mi cuerpo al desenrroscarme después de una reparadora siesta. Cuando oí claramente que la piel se me estaba rasgando, a la vez que otro relàmpago de dolor sacudía cada segmento  de mi cuerpo, la sabiduría  escolopendrina  impresa en mi adn supo que empezaba el cambio. Me arrastré como pude. El sufrimiento era tal que apenas podía controlar mi cuerpo. Fuí dejando un reguero de gotitas doradas de veneno tras de mí. Afortunadamente, encontré un tiesto roto con restos de tierra y ahí me desplomé.


                Las oleadas de dolor se sucedían. Cuando parecía que el umbral del dolor había llegado a la cúspide, que no era capaz de soportar más porque mi cuerpo se desintegraría, comprobaba que estaba equivocada. La siguiente era mucho peor. Mi nueva carne pugnaba por salir, rompiendo, desgarrando, rasgando, abriéndose paso. Y mis mùsculos tenían vida propia, se movían a su propia voluntad, sin que yo  pudiera hacer nada para controlarlos. Había que desechar hasta la última partícula de mi antigua piel, no podía quedar ningún resto que interfiriera con mi nuevo yo.


                Por fin terminó todo. A mi lado yacía el caparazón vacío que había sido mi protección durante años. Me pareció minúsculo y frágil, porque mi nuevo cuerpo era mucho más grande y poderoso, aunque me dolía cada milímetro. Pero el cambio no había terminado.


                Con infinito cuidado, empecé a mover la cabeza, las mandíbulas, las patas... Todo estaba en su sitio, pero sentía como si estuviera rodeada de  una gelatina espesa que ralentizaba mis movimientos.   Mi exoesqueleto tenía un precioso color ámbar claro, y estaba blando como la piel de un ratón recién nacido. Agotada, caì dormida. Debía esperar a que la piel se endureciera.  Entonces,  empecé a soñar...


Sin la barrera de mi armadura natural volví a estar integrada en la intrincada red de la vida, como miriápodo, como ser vivo, como partícula, como energía. Me ví a mi misma, tendida en el tiesto roto. Y ví la casa que comparto con los humanos. Y los ví a ellos. Sin que pudiera resistirme, un torbellino violento me arrastró hasta la humana y me encontré viendo por sus ojos. Estaba cocinando, creo que verduras. Las probò y  y para mi sorpresa, las paladeé con ella y pese a mi repugnancia inicial, me encantaron. Pensé que quizás se me estaba abriendo una nueva y más còmoda fuente de alimentaciòn. Oí claramente sus pensamientos, como si fueran míos. El cúmulo de pensamientos, imágenes, sensaciones, me marearon.  Sentí un violento tirón y ya no estaba en su cuerpo. Me elevaba no sabía a dónde. Me rodeó la aterciopelada negrura del cielo nocturno. Ví constelaciones, nebulosas, galaxias. Me tragó un agujero negro y aparecí en un mundo donde las escolopendras habíamos conquistado la Tierra. Justo cuando iba a ser coronada como Emperatriz Suprema volví a ser abducida... ¡Maldición!. La corona me sentaba estupendamente.


Me desintegré en átomos,   en partículas, me convertí en un haz de luz violeta... Y por fín, regresé a mi resplandenciente nuevo cuerpo.


Resumiendo,  humanos,  he vuelto... Y más escolopendra que nunca.

martes, 1 de mayo de 2012

Un 28 de Abril

Hoy la escolopendra se queda metida en su grieta, protegiéndose de las caprichosas y vivificantes lluvias de abril, escuchando los mirlos pelear por las gordas lombrices, sintiendo bajo sus patas el cosquilleo de los brotes que se abren paso de nuevo entre la tierra al glorioso renacimiento, a la magia cíclica del eterno retorno de la primavera.
Hoy la escolopendra admira las nubes esponjosas, que se deslizan, perezosas por el cielo recién lavado y se maravilla con la altivez de los chopos, que entonan con el viento antiguas canciones sin palabras .
Hoy la escolopendra piensa en la vida.
Hoy la escolopendra piensa en la muerte.
...Y descubre absolutamente maravillada que es un todo indivisible, una unidad completa y llena de sentido.
Inexplicablemente, la escolopendra deja caer una lágrima ambarina... Sabe que nunca más estará sola.

sábado, 25 de febrero de 2012

La sonrisa de la barracuda


Hoy me ha ocurrido algo muy extraño. Llevaba varios días sumida en el maravilloso sopor letárgico que cada año me envuelve para pasar el tranquilo y oscuro invierno, cuando una imagen desasosegante se ha clavado en mi cerebro: he visto una barracuda sonriéndome, a escasos centímetros de mis ojos. Es absurdo e imposible, lo sé, pero esa visión ha ahuyentado por completo mi dulce sueño. Previendo que, posiblemente, nunca hayáis visto una barracuda, he tenido el detalle de poner una foto, para que comprendáis mi sobresalto. Me considero un miriópodo razonable, con un alto autocontrol sobre mis emociones, pero imaginaos por un momento, con vuestro cerebro en calma absoluta y, de improviso, encontraros la enorme boca llena de dientes de una barracuda a un palmo de vuestro rostro. Escalofriante.
Por más que intenté relajarme, haciéndome un ovillo sobre mí misma, no pude recuperar el sueño. Afortunadamente brillaba el suave sol de invierno, que consiguió reanimar mi entumecido cuerpo, por lo que decidí probar suerte y tomar un último bocado antes de hibernar. A veces la vida es generosa, y contra todo pronóstico, se me cruzó una gorda araña despistada, que devoré de inmediato. Satisfecha, volví a mi refugio... Pero nada, el sueño no volvía. Empecé a rebullirme, nerviosa, por lo que decidí entrar en la casa de los humanos a dejar mi mente en blanco, como hacen ellos, frente al televisor. Quizás así conseguiría mi añorada modorra.
Los humanos hablaban acaloradamente sobre algo relacionado con el nuevo gobierno del país donde viven, creo que se llama Eshpañiiiiaaa, o algo así, porque es como lo oigo cuando lo mencionan en las noticias, hasta la saciedad: que si Eshpañiiiiaaa va a recuperar el lugar que se merece en Europa, que si Eshpañiiiiaaa y los eshpañiiiioooles atraviesan una profunda crisis que se va a solventar por las acertadísimas y visionarias medidas económicas que va a tomar con pulso firme el nuevo gobierno, y blah-blah- blah… El caso es que poco a poco estaba logrando quedarme dormida cuando, de repente, entre la neblina que precede al sueño, vislumbré la escalofriante sonrisa de nuevo. Se me heló la sangre y casi se me paraliza el corazón. Con mis sentidos alerta de nuevo, enfoqué la vista… No, no era la barracuda. Lo que ocupaba la pantalla era una mujer, una humana (o eso creo)… Pero, oh Gran Diosa Escolopendra, su sonrisa era exactamente igual a la de la barracuda, tan llena de dientes afilados, tan amenazadora, tan voraz. Escuché su nombre, lady Anne Bottle, la nueva alcaldesa de algo llamado Madriz.
Como los humanos hablaban de ella en términos poco amables posicioné mis antenitas en modo recepción y movida por mi maldad innata decidí saber más de esa señora. Una se ha ganado la fama, merecidísima, de villana a pulso durante años, no iba a permitir que una advenediza recién llegada me arrebatara mi reino de refinada crueldad gratuita. Lo primero que debía medir era la inteligencia de mi rival: una mente perversa debe estar afilada como la hoja de una cuchilla, engrasada como la guillotina, y las palabras constituyen una buena muestra de los niveles de maldad que fermentan en el corazón de los malvados. Rebusqué en Wikiquote y he aquí lo que encontré:
"La Cenicienta es un ejemplo para nuestra vida por los valores que representa. Recibe los malos tratos sin rechistar, busca consuelo en el recuerdo de su madre."
En la presentación de su libro Érase una vez... los mejores cuentos infantiles comentados, el 11 de junio de 2001.
Fuente: Citado por Maxi Rodríguez Revista Fusión, por Trinidad Jiménez ABC, por Rosa Marco El Periodic
"Sí, soy tradicional; soy conservadora." (24/02/2002)
"En la catástrofe del “Prestige” sólo hay un culpable: el barco." (12/12/2002)
"Quiero dedicarme a las políticas de carácter social porque son la expresión más ajustada de una vocación de servicio a los demás." (9/01/2003)
"Para mí la adopción de hijos por homosexuales no es una cuestión moral, sino científica. En lo que todos estamos de acuerdo es que hay que proteger al menor, y, de momento, nadie en el mundo ha dicho que los niños tengan las mismas condiciones dependiendo de quién los adopte. Ahí tienen la palabra los científicos."
Nota: En TeleMadrid. (15/01/2003)
"Es una cuestión tan difícil, que es realmente una situación límite. Es una de esas situaciones límite en las que la vida no te suele poner. ...Prefiero ni planteármelo".
Nota: Declaraciones a la cadena COPE, sobre el caso de una niña nicaragüense violada que solicitaba poder abortar, ante la oposición de la iglesia católica nicaragüense. (28/02/2003)
"No tengo ningún problema de conciencia, porque el Papa lo que ha dicho es que hay que luchar por la paz. Yo creo que el Gobierno ha luchado por la paz hasta la extenuación, y el Papa ha dicho que serán responsables aquellos que no hayan luchado por la paz".
Nota: Entrevista en el diario El Mundo, sobre la guerra de Irak. (24/03/2003)
“Si me hubiera dado cuenta de que estaba en un cocido de carnaval, no hubiera pedido el voto”.
Nota: En TeleMadrid. (26/02/2004)
“No quiero un mundo en el que las mujeres seamos iguales que los hombres, sino un mundo que se adapte a las necesidades de las mujeres, que son las de la sociedad en su conjunto” .
Nota: En la presentación del libro “La ambición femenina. Como reconciliar trabajo y familia”. Madrid. (01/03/2004)
"Un hombre y una mujer es una cosa, dos hombres es otra cosa y dos mujeres es otra cosa, como supongo que un trío también será otra cosa".
Nota: Entrevista con la Agencia EFE, sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. (11/10/2004)
"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta".
Nota: Sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. (2004)
"Cuando ninguno de los votos de Nueva York viene a Madrid, creo que eso tiene que hacer pensar. Al final los actos en la vida tienen consecuencias, pero claro, cuando tenemos un presidente del Gobierno que ni se levantó cuando pasó la bandera de los Estados Unidos... no vamos a entrar en otras cuestiones".
Nota: Con motivo de la designación de Londres como organizadora de los Juegos Olímpicos de 2012. (2005)
“La Ley del Aborto en España no se cumple en ningún sentido. Esto nos tiene que llevar a una reflexión. Me produce sonrojo pensar que aquí al lado hay un niño de siete meses en una trituradora”. (25/01/2008)
“Hay dos tipos de partículas, las producidas por los hombres, que son las peligrosas, y las naturales, que son las que han llegado de África”.
Nota: Sobre la contaminación en Madrid y el consiguiente consejo del Ayuntamiento a los madrileños de que no hagan deporte al aire libre (25/01/2008)
"El planeta está al servicio del ser humano porque el ser humano es el centro".
Nota: En el congreso Nacional de Medio Ambiente. (03/12/2008)
Fuente: Diario adn.es[2].
«Es invierno y nieva».
Nota: declaraciones a la Cadena Ser sobre el caos que causó la gran nevada en Madrid (09/01/2009).
«Estamos en un momento en el que la gente está deprimida por el paro. Eso asfixia más».
Nota: declaraciones a la COPE a propósito los altos niveles de contaminación registrados en la ciudad de Madrid (10/02/2011).
Fuente: elmundo.com.
Después de leer esta colección de frases lapidarias, con una plácida sonrisa en mis labios imaginarios, me retiré a mi cómoda hendidura invernal y por fin llegó a mí el dulce sueño. No tenía nada por lo que preocuparme. Seguiría siendo la reina indiscutible de las villanas. Quienes si deberían hacerlo son las cochinillas, las emperatrices de la Bobería, que viven debajo de las macetas, tan simples que, ante un peligro real e inminente se hacen una bolita y piensan que son invisibles y la amenaza desaparece… alguien de su mismo nivel intelectual es alcaldesa de una ciudad, ellas si se han quedado sin reinado.
Eso sí, antes de dormirme, un nombre empezó a resonar en mi cabeza: Mrs Hope Aguirre… Pero eso puede esperar.