martes, 1 de mayo de 2012

Un 28 de Abril

Hoy la escolopendra se queda metida en su grieta, protegiéndose de las caprichosas y vivificantes lluvias de abril, escuchando los mirlos pelear por las gordas lombrices, sintiendo bajo sus patas el cosquilleo de los brotes que se abren paso de nuevo entre la tierra al glorioso renacimiento, a la magia cíclica del eterno retorno de la primavera.
Hoy la escolopendra admira las nubes esponjosas, que se deslizan, perezosas por el cielo recién lavado y se maravilla con la altivez de los chopos, que entonan con el viento antiguas canciones sin palabras .
Hoy la escolopendra piensa en la vida.
Hoy la escolopendra piensa en la muerte.
...Y descubre absolutamente maravillada que es un todo indivisible, una unidad completa y llena de sentido.
Inexplicablemente, la escolopendra deja caer una lágrima ambarina... Sabe que nunca más estará sola.

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